12 abril de 1990. El Periódico de Catalunya.

Un proyecto sonre las costumbres sexuales de las mujeres obtiene un gallardón de la Generalitat. Los tabúes judeo-cristianos se mantienen, a pesar del liberalismo imperante en la década de los 60.

Periodista:*Mercé Conesa.

 

Barcelona. La virginidad de la mujer hasta llegar al matrimonio como valor en alza parece tomar de nuevo protagonismo en el ámbito de las costumbres sociales. Al menos, esta temática está siendo ya objeto de un estudio que acaba de ser premiado con el galardón Artur Martorell por el Servicio de Asocianismo y Cooperación, dependiente del Departamento de Presidencia de la Generalitat de Catalunya.

Cuando parecía que ya se habían librado suficientes batallas para hacer de la mujer un ser tan libre y sujeto de placer como puede serlo el hombre en el terreno sexual, los sondeos parecen desmostrar todo lo contrario. En una encuesta sobre los tabúes sexuales, realizada por alumnos de psicología de la Univesidad de Barcelona entre estudiantes de 19 a 24 años, el 68% de los preguntados (hombres y mujeres por igual de una muestra que alcanza a 600 personas) se decanta porque la mujer llegue virgen al matrimonio.

Sólo el 29% opta por lo que en el proyecto se ha dado en llamar tabú de los años 60 que consiste en la creencia (tanto masculina como femenina) de que la mujer no debe llegar virgen. La muestra sitúa en el 3% las personas con respuestas inespecíficas, imposibles de ubicar en la primera tendencia, llamada tabú judeo-cristiano, o en esta última.

Estos resultados asombrosos, al menos para personas que ya creían superada la fase de injerencia religiosa en las costumbres sociales, fueron el detonante para plantearse con más profundidad el valor que se da a la virginidad en el momento histórico actual.

Susana Isoletta, colaboradora del departamento de Psicología Social de la Universidad de Barcelona, fue la especialista que btuvo los resultados iniciales

Y que ha conseguido el premio y una pequeña ayuda económica para seguir buceando en las costumbres sexuales de los españoles.

“Estuvimos durante todo un curso, colaboración del departamento y con la de los alumnos que siguen mi seminario, realizandos estas encuestas, que alcanzaron 600 personas. Yo, sinceramente, no pensé jamás que consiguiésemos resultados tan sorprendentes, por lo de negativo que conllevan”.

 

CORROBORAR RESULTADOS

 

Ante este panorama y para evitar los clichés que pueden surgir en un sondeo (las típicas respuestas si o no, sin especificar) “en un curso posterior planteé la misma investigación, pero en lugar de hacerlo basándome en encuestas lo preparé en forma de reuniones grupales. Reuní un total de 40 estudiantes, en diferentes grupos, y de los resultados llegué a la conclusión de que el predominio en cuanto a virginidad seguía siendo del tabú judeo-cristiano”.

Para la autora del proyecto premiado que ahora desembocará en una amplia encuesta que se realizará entre residentes en Barcelona y Tenerife (por elegir dos ciudades de características muy diferenciadas), existen tres cuestiones que pueden influir decisivamente en este cambio de mentalidad hacia una tendencia más conservadora.

“La primera seria la derechización general que están sufriendo las sociedades en los ámbitos políticos y económico. Después- señala Susana Isoletta- esa moral que aspira ante todo a ganar dinero y relega a un plano inferior el placer. Por último, podríamos considerar la ausencia de crítica en la sociedad. Hoy en día casi no se cuestiona nada. Tampoco la ausencia de placer”