«Desde muy pequeña me imaginaba madre, cuidaba de mis muñecas, particularmente de Amalia, una preciosa niñita rubia». A medida que fui creciendo y con la menstruación ese deseo se hizo casi en una obsesión, fue lo primero que le pregunté a Juan cuando lo conocí.
He perdido dos embarazos, luego aparecieron problemas ginecológicos, el médico dice que es difícil que pueda volver a quedar embarazada, estoy desesperada, vivo en un infierno. No dejo de hacer reproches a Juan por cualquier cosa»
El relato de esta paciente imaginaria corresponde, con algunos matices, al discurso de muchas mujeres en la consulta. El nivel de impotencia y tremenda sensación de fracaso ante la imposibilidad de procrear puede dar lugar a sentimientos muy profundos de tristeza, reproches interminables a sí misma y a su pareja.
Pareciera que una suerte de castigo celestial ha caído sobre ella. Los sentimientos de culpabilidad se intensifican de acuerdo a la estructura de personalidad. ¿Es un castigo de Dios? (se preguntan) , ¿Qué he hecho mal?
Desde hace algunos años la posibilidad de ser madres y padres ha dejado de ser un hecho puramente biológico. La influencia y desarrollo de distintas técnicas de reproducción asistida han proporcionado a muchas parejas infértiles o con dificultades diversas de fecundidad la posibilidad de tener hijos.
Se ha producido una discusión en el seno de un grupo en Linkedin que considero muy interesante reproducir. Hemos participado on-line en ese grupo de discusión y nos han autorizado a incluir fragmentos de la misma en nuestra web:
https://healthcocreation.wordpress.com/2014/10/24/tecnologias-de-reproduccion-asistida-colocan-al-paciente-en-el-centro-o-en-el-borde-del-sistema/
¿Qué significan las tecnologías FIV para pacientes y profesionales de la salud?
A pesar que las intervenciones giraron sobre los aspectos clínicos y técnicos de las tecnologías predictivas de selección de embriones, un comentario que se escuchaba frecuentemente en las conversaciones informales fue “¿Qué significan esas tecnologías para nuestros embriólogos y qué significan para nuestros pacientes?”
Y continuamos nuestra reflexión:
Los aspectos puramente biológicos de esta cuestión se relatan en el artículo pero deseamos poner el acento en el aspecto psicológico de esta cuestión.
Entendemos la infertilidad como un síntoma de la pareja, síntoma que debe ser tratado psicológicamente y el acompañamiento profesional es fundamental para ofrecer un soporte emocional a los distintos momentos de la reproducción asistida, cualquiera sea la técnica que se utilice.
Asimismo es fundamental preparar a la pareja para la posibilidad de fracaso de estas técnicas y la consecuente frustración. No se trata de intervenciones banales. Tienen una repercusión psíquica muy profunda y este aspecto es preciso cuidarlo desde el primer momento.